En el tratamiento de pacientes con Trastornos de la Conducta Alimentaria es importante recordar a los familiares que la evolución es lenta puesto que son muchos los síntomas que hay que abordar; por ello aquellas personas que conviven con el paciente deben tener presente no solo lo que le queda a su familiar por mejorar sino aquello que desde un tiempo atrás hasta ahora ha mejorado.
Cuando el paciente que presenta un trastorno alimentario tiene un bache o un pequeño retroceso las personas implicadas en su tratamiento deben trasmitirle confianza y siempre animarle a volverse a levantar y seguir adelante.