La familia es un agente terapéutico fundamental en el tratamiento de los TCA, pero cuando este trastorno entra en las entrañas de una casa sus pilares pueden tambalearse. En muchas ocasiones hablamos sobre la labor de los padres, pero a menudo surgen muchas dudas y preguntas sobre el papel de los hermanos en el tratamiento.

 

¿Los hermanos deben conocer que le pasa a la persona que sufre un TCA?

La respuesta es sí, es preferible que los hermanos conozcan la situación. Explicarles qué son los trastornos de la conducta alimentaria y qué cambios pueden surgir a raíz de esta enfermedad puede ser de gran utilidad. Estas explicaciones tendrán que irse adaptando según la edad de los hermanos y su capacidad de comprenderlo.

No es recomendable dejarles al margen de lo que está pasando. Si se habla abiertamente del tema y se crea un buen clima de comunicación en el entorno familiar, se favorecerá el buen desarrollo emocional.

 

¿Qué papel desempeñan los hermanos en el transcurso de la enfermedad?

El papel de los hermanos ante la enfermedad dependerá de la edad de ellos. Si son hermanos pequeños, su rol será estar informados y gestionar sus dudas y preguntas sobre la nueva situación familiar. Si son hermanos más mayores, pueden ser partícipes del acompañamiento familiar y el apoyo al hermano afectado, pero sin ser responsables de la recuperación. Es importante que no se sientan presionados ni asuman responsabilidades que no les corresponden a pesar de que pueden ser de gran ayuda en muchas ocasiones.

De cara a los padres, es importante trabajar con ellos que, aunque hay un hijx que requiere una atención diferente, los demás hermanos también necesitan atención.

 

¿El TCA puede afectar a los hermanos u otros miembros de la familia?

Sí, los trastornos alimentarios afectan a todo el núcleo familiar por su complejidad y gravedad. En el tratamiento es importante la implicación de la familia, pero se deberá prestar atención a las necesidades de los hermanos y proporcionarles las atenciones y cuidados que necesiten.