«Otro verano más cambiando el panorama de las playas». Este fue el lema con el que Clínicas Dorsia, una destacada entidad dedicada a las cirugías estéticas, instaló un enorme cartel en la plaza de Callao en Madrid. Esto no ha creado mucha controversia y no ha pasado inadvertido, lo que ha llevado a la compañía a emitir una rectificación.

Clínicas Dorsia desplegó este mensaje polémico con la intención de fomentar los ajustes estéticos de cara al verano que se acerca, especialmente promoviendo las modificaciones de pecho para exhibir cuerpos acordes a normas convencionales en las playas.

Como bien sabemos, la publicidad y las redes sociales ocupan un lugar importante en el desarrollo de Trastornos de la Conducta Alimentaria. La influencia de las campañas publicitarias en la percepción que las personas tienen sobre sus cuerpos puede ser profunda y duradera, contribuyendo a veces a la aparición de comportamientos alimentarios desordenados. Además, la publicidad centrada en los cuerpos perfectos y la belleza no real puede contribuir a la estigmatización de ciertos tipos corporales y a la idealización de otros. Este tipo de publicidad no solo promueve estándares de belleza inalcanzables, sino que también puede ser un detonante para aquellos susceptibles a desarrollar un TCA.

La exposición constante a imágenes que idealizan ciertos cuerpos mientras invisibilizan o denigran otros alimenta la insatisfacción corporal, uno de los principales factores de riesgo para los TCA. Además, el mensaje implícito de que el valor personal está intrínsecamente ligado a la apariencia física puede deteriorar aún más la autoestima de individuos vulnerables.

Desde Gatca, queremos hacer una llamada a la reflexión y a la responsabilidad social. Es muy importante que las agencias de publicidad, las marcas y los medios de comunicación consideren el impacto psicológico y social de sus mensajes. Debemos promover una imagen corporal saludable y realista, siendo esto prioridad sobre la venta de un ideal inexistente. Asimismo, la educación sobre medios en colegios y comunidades puede dotar a los jóvenes con las herramientas necesarias para analizar críticamente los mensajes publicitarios y resistir su influencia negativa.

¡Un cambio en la industria publicitaria no solo es posible, sino necesario!